Spriengfield, ciudad de EEUU, reino televisivo de la familia Simpson y también, población que "crece" en torno a la central nuclear comandada por el inmortal Mr. Burns, puede reproducirse en Argentina. Claro que aquí, como no se trata de un dibujo animado, las barras verdes fluo con las que Homero juega de modo infantil, si serían peligrosas y, los animales que mutan en torno al río que rodea al reactor; dejarían de parecer un pececito gracioso.
Lo que hoy nos provoca risa en una pantalla de TV podría ser nuestra triste realidad en unos años, si se le permite a la transnacional Endesa seguir despegando sus tentáculos en Argentina. Porque esta misma empresa, que quiere construir una represa en pleno río Puelo, área protegida por la UNESCO y otros tratados internacionales, no solo gusta de manejar los ríos a su antojo, también, lo hace con la energía.
Endesa construye centrales de energía nuclear. En Europa, las hicieron y las siguen haciendo, pese a que las políticas ambientales del viejo continente, al menos puertas adentro, son ciertamente más severas y minuciosas que las de Argentina.
La central de Santa María de Garoña (Burgos, España) superará los 40 años de vida para los que fue diseñada. El Gobierno le concedió una prórroga de cuatro años, aunque la empresa pretendía 10.
Endesa es dueña de la mitad de esa planta que pretenden estirar como si fuese un chicle. Cabe aclarar, se trata de la central más vieja de España. Para los ecologistas esta decisión ha sido decepcionante y consideran que el "lobby nuclear" ha ganado la partida. Para Greenpeace, desde ahora "se abre el melón del alargamiento indiscriminado de la vida de las centrales nucleares".
Con controles y todo,
la central de Garoña contabilizó 9 incidentes en los primeros seis meses de 2009 aunque abundan los ejemplos: explosión de un transformador de la central (que se mantuvo en secreto hasta la denuncia de los ecologistas), problemas con una válvula de seguridad y un fallo en el generador principal por rechazo de la carga; inclusive hicieron que la actividad se suspenda por algunos días.
Una central nuclear emite al medio ambiente bajas dosis de radiactividad. Esta exposición continuada tiene un efecto negativo sobre la salud de las personas (y el resto de seres vivos) que habitan en sus inmediaciones.
En la zona de influencia de Garoña existe una tasa más alta de la normal en la incidencia de leucemia, cáncer de pulmón, cáncer de estómago y problemas tiroideos, siendo un 5% mayor la mortalidad por tumores en Álava que la media del estado español. A pesar de esto no existe ningún estudio oficial sobre este tema, cuando es innegable que la radiación de la central nuclear influye sobre las poblaciones circundantes. Hay numerosos ejemplos que lo señalan:
la tasa de incidencia de cáncer es 1.7 veces mayor a 10 km que a 30 km de la central nuclear de Trillo; otro hecho es que las muertes por tumores en el tubo digestivo son entre 3 y 4 veces mayores alrededor de la central de Zorita; alrededor de Zorita también era excesiva la tasa de aparición de mielomas; en Jaraiz de la Vega, pueblo de 8.000 habitantes situado en la zona de influencia de los vientos que pasan por la central nuclear de Almaraz, se han producido 5 sarcomas de Ewing cuando su incidencia normal es de 4.6 sarcomas por millón de habitantes, se produjeron 8 malformaciones congénitas cuando, siguiendo la media de aparición normal, sólo tendrían que haberse producido 2 y se han producido 8 casos de carcinomas de mama cuando la media es de 25 cada 100.000 habitantes.
Pese a que los números que informa Juan Parodi, militante de la Corriente Roja, son espeluznantes, Endesa no se inmuta y en su último ejercicio contable público fechado en 2007,
ganó 7169 millones de Euros. Ni el gobierno, ni los ecologistas, ni el repudio, ni las sanciones lograron frenar su voracidad. No hubo tratado ni Unión Europea que valiesen de algo.
En Argentina, pese a que duela la autocrítica, hace décadas se desconoce qué hacer con
el Riachuelo o con la basura que genera la ciudad de Buenos Aires por citar dos ejemplos tristemente emblemáticos. Solo un gesto de omnipotencia podría hacer pensar que Endesa podrá ser frenada si logra desembarcar con toda su infraestructura en el país.
Endesa va ahora por la represa en el río Puelo, represa que servirá para abastecer de energía a la minería contaminante de Chile y que dejará perdidas para siempre 16 mil hectáreas de bosques milenarios y otros cientos de especies animales y que, como espada de Damocles, amenazará a todos con un terremoto de hasta 8.5 grados en la escala de Ritcher, por ejercer presión con litros y litros de agua sobre una falla geológica activa. Si Endesa pasa a la Patagonia, no va a detenerse. Las centrares nucleares serán su segunda gran estocada de destrucción y saqueo. Y todos seremos Springfield. 
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